Inocencio obispo (1), siervo de los siervos de Dios, a todos los hijos de la Iglesia salud y bendición apostólica en Cristo. Este códice, compuesto primeramente por el Papa Calixto, que el poitevino Aimerico Picaud de Parthenay-le-Vieux, quien se dice también Oliver de Iscán, villa de Santa María Magdalena de Vézelay, y Gerbega de Flandes (2), compañera suya, donaron a Santiago de Galicia por la redención de sus almas, como veracísimo en sus palabras, de bellísima ejecución, ajeno a toda malicia herética y apócrifa, y digno de tenerse entre los códices eclesiásticos por auténtico y estimable os lo certifica nuestra autoridad, excomulgando y anatematizando con la autoridad de Dios Padre Omnipotente y del Hijo y del Espíritu Santo a los que por acaso molestaren en el camino de Santiago a sus portadores, o a quienes contra derecho lo llevaren o fraudulentamente sustrajeren de la basílica del mismo Apóstol después que haya sido allí ofrendado. Salud.

Yo Aimerico, canciller, escribiendo con mi mano, afirmo que este libro es auténtico y veraz para honor de Santiago.

Yo Gerardo de Santa Cruz, cardenal, corroboro escribiendo con mi pluma este códice como precioso para honra de Santiago.

Yo Guido Pisano, cardenal, afirmo lo que el papa Inocencio certifica.

Yo Ivón, cardenal, no rehúso loar lo que afirma la autoridad del papa Inocencio.

Yo Gregorio, cardenal, sobrino del papa Inocencio, tengo este códice por muy bueno, para gloria de Santiago.

Yo Guido Lombardo, cardenal, ensalzo este libro como bueno y hermosísimo para honra de Santiago.

Yo Alberico, legado, obispo de Ostia, para honor de Santiago, cuyo siervo soy, afirmo que este códice es legítimo y muy estimable y por todo digno de elogio.

(1)

Esta carta o bula que pretende asegurar la autenticidad del Códice se da como de Inocencio II, papa de 1130 a 1143 y antes cardenal Gregorio del Santo Angel, que reunió el segundo concilio general de Letrán en 1139. Pero su autenticidad,a su vez, ha sido puesta en duda hace tiempo, aunque la defendió el P.Fita, y, últimamente, P.David, afirma su falsedad, sin duda alguna, por "extraña a todos los usos de la cancillería pontificial", a pesar de haber afirmado antes que está "suscrita por ocho cardenales perfectamente históricos, de los cuales, los más recientes fueron promovidos en 1138 y 1140".

(2)

Pasaje de interpretación díficil y debatida entre si los donantes del Códice fueron dos o fueron tres. La traducción sigue a la letra el texto del mismo y de la edición latina, que dice: Hunc codicem..., quem Pictauensis Aymericus Picaudus de Parsotia eius... dederunt. Según él, Aimerico Picaud, el presbítero autor del himno precedente, natural de Parthenay-le-Vieux, cabeza de distrito del departamento de Deux-Sèvres en el Poitou al Oeste de Poitiers, debe identificarse con Oliver de Iscán, suponiendo que su primer nombre sería el de pila y el segundo el de monje, adscrito acaso como sacerdote a la iglesia de Iscán, dependencia de Vézelay; que puede apellidarse también doblemente por su patria chica y por el sitio de su cargo, y que socia eius significaría compañera de peregrinación a Compostela. Los reparos de Dozy tocaban precisamente a dichos tres puntos: a la dificultad de explicar el doble nombre, a la de los dos lugares de origen y a la de que Aimerico pudiera estar casado (si socia eius significaba "su mujer", ya que el concilio de Reims (1119) había de nuevo prohibido el matrimonio de los eclesiásticos y con pleno éxito. Por eso prefería la lección de un manuscrito de Zaragoza que utilizó el P.J. de Mariana: quem P. Aymericus..., quem etiam Oliuerus ... (con un segundo quem que se refiere también al Códice y sin dicitur), la cual no ofrece en sí dificultades y da tres donantes: Aimerico, Oliver y Gerberga, compañera o esposa de éste. Esta misma lección prefiere también el P.David; pero a través de él vemos reaparecer la opinión del P.Fita en la tesis sobre Girard comte de Vienne de René Louis, que resume así: "Aimerico, originario de Parthenay, habría estado adscrito a la iglesia de Saint-Jacques d'Asquins (Iscán); allí sería conocido con el nombre de Oliver d'Asquins habría hecho la peregrinación a Compostela con una compañera, la flamenca Gerberga, por la ruta de San Martín, que pasa por Orléans, Tours, Blaye, Burdeos y Roncesvalles. Esta ruta sería casi la única que conoció bien y la descripción que da de ella es un testimonio de primera mano". Aquí asoma también otra debatida cuestión, la de si Aimerico Picaud tuvo alguna mayor participación en la elaboración del Calixtino que la que éste le atribuye. René Louis parece atribuirle la paternidad del Libro V o Guía; Bédier le concede el primer papel entre los que revisaron y completaron la compilación, y Whitehill llega a escribir que "bien puede ser el mismo pseudo Calixtus, compilador". P.David, en cambio, le atribuye más bien el papel de editor de la compilación ya constituída y en la cual insertó acaso la pasión de San Eutropio, "tan venerado en el Poitou", y le añadió sin duda las piezas de música polifónica y el canto que lleva su nombre, e insiste, contestando a René Louis principalmente, en sus dos puntos de vista, de la no identidad de Aimerico y Oliver, y de que los dos y Gerberga "serían, probablemente, hacia 1160, los iniciadores de la nueva transcripción de la compilación calixtina, aumentada con los suplementos de música polifónica y autorizada por la falsa bula de Inocencio II", de la cual destinaron un ejemplar a la iglesia de Compostela, donde estaba ya antes de 1164; pero que "en ninguna otra hipótesis sobre el papel de Aimerico encuentra fundamento en los textos".