(1)

Adonay (2), Rey de reyes, mi Señor,
alfa y omega de infinita luz,
Dios que nos hablaste hecho hombre,
por tu nombre te invoco.

Tú, de Dios Hijo, restaurándonos,
para ser libres, justos, inocentes,
dijiste que en verdad libres seríamos
si nos librabas Tu de la miseria.

De aquí la libertad bajo tu gloria
como la servidumbre a tu justicia,
que hoy y mañana con los elegidos
junto a la fuente del perdón me valga.

Tú nos dijiste a tus siervos: -Pedid;
-Buscad-, oímos para que busquemos,
y a que llamemos, por tercera vez:
-Llamad-, tu buen consejo nos invita.

Por el divino título del tiempo
que en el mundo viviste con nosotros,
desátame los lazos de las culpas
mi manada de mies digna aceptando.

Después de haber pasado entre los hombres
treinta y tres años y tres meses,
fué destrucción tu muerte de la muerte
perpetua, ¡oh Rey de la suprema gloria!

Por las palabras de las siete horas (3)
con que a las gentes te atrajiste
redimiéndonos a tus pobres siervos,
abre tus ojos sobre mí.

Por esto sola tu misericordia
sálgame al paso en la miseria;
a Ti clamo por las cuarenta horas (4)
del triduo, que Tu me restaures.

Por los días tras los que de los muertos
quebrantando el infierno resurgiste
y a los justos abriéndoles la vida,
si llevas a alguien llévame en tus hombros.

De la divina edad a la medida
la edad de mi milicia (5) da comienzo,
para vestir de la salud el manto
y salvarme con el divino Hijo.

Por el Hijo, Padre, me creaste,
recréame, salvación de los fieles,
santifícame, premio de los santos,
y para los tres sea un solo júbilo.

Llévame en pos de ti, Unidad del Padre,
y justifícame, Igualdad del Hijo,
y resucítame, Caridad de ambos,
luz de los tres y trina Identidad.

TERMINA

(1)

Este maestro pudiera ser Gosleno o Gualterio, que figuran antes como autores de composiciones musicales, aunque ésta no tiene música. Las estrofas latinas son de cuatro versos decasílabos de ritmo yámbico y rima generalmetne bisilábica átona, ya por estrofas, ya por pareados.

(2)

Adonay "Señor, Dios" en hebreo.

(3)

Las 7 palabras y las 7 horas de la crucifixión y muerte del Señor (de tercia a nona).

(4)

Las 40 horas que el Señor estuvo muerto dentro de los tres días.

(5)

Contaba, pues, 33 años.