He aquí los nombres de algunos "camineros" que en tiempos de Diego, arzobispo compostelano; de Alfonso (1), emperador de España y de Galicia, y de Calixto, Papa, repararon, por piadoso amor de Dios y del Apóstol, el camino de Santiago desde Rabanal hasta Puertomarín, con anterioridad al año del Señor de 1120, reinando el rey Alfonso de Aragón y el rey de Francia Luis el Gordo: Andrés, Rogerio, Alvito, Fortús, Arnaldo, Esteban y Pedro (2), que reconstruyó el puente del Miño, destruído por la reina Urraca.

Descansen en paz eterna las almas de éstos y las de sus colaboradores.

(1)

Alfonso Raimúndez, hijo del conde Raimundo de Borgoña y sobrino del papa Calixto II, proclamado rey de Galicia en 1109 y coronado en Compostela en 1111, rey de Castilla, y León como Alfonso VII desde 1126 en que murió su madre Doña Urraca, coronado Emperador de España en 1135 y muerto en 1157.

(2)

El texto llama uiatores que quiere decir caminantes o viandantes a estos hombres que hacían labor de camineros o de constructores de caminos. Mlle. Vielliard, no hallando usada aquella palabra en este sentido, traduce por routier o sea el "habituado a recorrer los caminos y en consecuencia, agrega, inclinado a ocuparse en repararlos". Sólo hay más noticias de Pedro, llamado por sobrenombre Peregrino, a quien otorgó un privilegio Alfonso VII el 15-X-1126 para confirmarle la donación que ya le había hecho su madre de la iglesia de Santa María de Puertomarín para conservación y entretenimiento del puente y del hospital que él había, respectivamente, reconstruído y construído. El nombre traducido por Fortún es en el texto Fortus, pero está abreviado y puede ser Fortunius.